(cont. La hora del San Martiño)
Caldo de tripas |
|
|
El caldo de tripas es para verdaderos fanáticos de la alimentación con vísceras. Tiene un olor terriblemente profundo y no apto para estómagos con prejuicios. Antes, las tripas para este caldo se lavaban con carburo. Era un plato que se ponía como entrante los días de fiesta grande o de celebración familiar.
Modo de elaboración:
Cocemos las tripas en cuatro aguas, es decir, hay que cambiarles el agua cuatro veces en
el proceso de cocción, que dura por lo menos una hora y media. Sacamos las tripas del
fuego cuando les quede un punto para estar cocidas por completo. Picamos las tripas en
trozos y las reservamos. En otra pota echamos a cocer las habas y el jamón. Al cabo de
cuarenta minutos añadimos las patatas muy pequeñas. Cuando las patatas estén deshechas
de todo añadimos las tripas para que acaben de cocer con el resto. Se hace un sofrito con
aceite y un poco de pimiento picante y se vierte encima del caldo. Rectificamos de sal.
Consejo:
Las aguas donde se cuecen las tripas al principio es mejor que lleven un chorro de vinagre
o de limón. Así se quita el olor bravío de las mismas.
Receta cedida por Edicións
Xerais, de su libro A cociña galega de montaña, de Gloria Gallego.
PÁGINA SIGUIENTE | PÁGINAS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 [11] 12 |